Es el día mundial del medio ambiente; su celebración, como todos los años, pretende sensibilizar la población mundial en temas ambientales. Hoy se hace un llamado especial sobre la Contaminación causada por el plástico, material que generalmente no se aprovecha después de su primer uso; gran parte de él va a parar a ríos, cañadas o al océano; otra parte se deposita en la basura generada en las diferentes poblaciones, siendo después enterrado, generalmente en un relleno sanitario, el sistema de disposición más usado en Colombia.

La situación con el plástico se ha agravado aún más; a inicios de este año China decidió no comprar más desechos de plástico, los que llevaba de muchos países del mundo entero en gran cantidad y eran utilizados para producir fibras sintéticas.

El problema realmente no es el plástico, material que es necesario en muchas actividades del hombre hoy; el problema es lo que hacemos con el después de usarlo. No podemos dejar que llegue al mar y contamine, ni enterrarlo y perder todos los recursos que se encuentran en él, contaminando durante muchos años mientras se degrada.

Podemos aprovecharlo nuevamente con el uso de una economía circular, que busca el desarrollo sostenible, con respecto a temas sociales, ambientales y económicos, a través de la reutilización de los productos, investigación y desarrollo de nuevas tecnologías para aumentar la vida en el ciclo productivo de los materiales, creación de empleo y disminución de la generación de residuos sólidos. El modelo tiene como fin, que los materiales no se conviertan en un bien final, sino que hagan parte de un servicio.

El sector de residuos sólidos tiene un importante papel en el medio ambiente. En nuestro país se han dictado normas y se han establecido políticas, en forma acorde al avance de ellas en el mundo entero; la Política Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos (documento CONPES 3874 de 2016), incluye la promoción de esquemas de valoración energética de residuos, con el aprovechamiento de estos para la generación de energía, en concordancia con la Ley 1715 de 2014 y los objetivos de reducción de emisiones establecidos en la NDC de Colombia en la COP 21 de Cambio Climático.

El desarrollo de la gestión de los residuos sólidos, que articula la visión ambiental con el componente de servicio público, es prioritario en la política pública nacional. Para su logro, desde el sector de residuos sólidos, se propone avanzar hacia una economía circular, la cual busca que el valor de los productos y materiales se mantengan durante el mayor tiempo posible en el ciclo productivo.

Se habla de remplazar la tradicional economía lineal que se venía aplicando y basar el aprovechamiento de los residuos en el desarrollo de una economía circular, concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos (agua, energía,…) se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible, y que se reduzca al mínimo la generación de desechos y la utilización de muchos recursos naturales para la obtención de nuevas materias primas. Se busca implementar una nueva economía basada en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía.

Estamos convencidos de que la solución no es limitar el consumo de bolsas plásticas como se estableció en 2017 por Ley 1819; la solución adecuada para el medio ambiente es la economía circular de las 3 R (reciclar, recuperar, reutilizar) aplicable a todos los RSU. Esta iniciativa emblemática ofrece un marco de medidas a largo plazo y, de manera coherente, otras a mediano plazo entre las cuales ya está identificada una estrategia destinada a convertir la región en una sociedad del reciclado a fin de reducir la producción de residuos y utilizarlos como recursos.

En nuestro país existe conciencia al respecto y tenemos una legislación de avanzada en el mundo; sin embargo, no hay voluntad política, lo que dificulta que se apliquen las normas dictadas. Se necesita el ingreso de nuevas tecnologías para el manejo de la disposición final de los residuos sólidos, con el fin de que problemas como los que se viven en Bogotá (Doña Juana), Bucaramanga (El Carrasco), Manizales (La Esmeralda), Sogamoso (Terrazas del Porvenir), Tunja (Pirgua), entre otros, puedan ser solucionados.

Ya se plantean estas alternativas en varias ciudades de Colombia, y se realizan estudios pertinentes para poderlas llevar a cabo. VITALOGIC RSU, con oficinas en Bogotá, desde hace varios años se ha preocupado por el tema y ha estructurado un proyecto con una solución viable desde todo punto de vista, tanto técnico, como ambiental, jurídico, financiero, comercial y social.

Los rellenos sanitarios generan en Colombia el 6% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI); con la implementación de las nuevas tecnologías, de acuerdo al proyecto que hemos estructurado, los beneficios ambientales son notorios:

  • Reducción total de lixiviados
  • Reducción de hasta 80% de GEI
  • Sin malos olores
  • Mejoramiento de la calidad del aire
  • Disminución drástica de vectores
  • Sin contaminación del suelo.
  • Sin contaminación de fuentes de agua (superficiales ni subterráneas)
  • Mejora sustancial en el aspecto paisajístico
  • Valoración de los terrenos
  • Beneficio a poblaciones vecinas
  • Disminución de gallinazos
  • Disminución drástica de roedores y voladores,
  • Reducción de enfermedades causadas por los residuos, etc.

Es un hecho que la población en el mundo aumenta. En 2025 habrá 1.400 millones más de habitantes en el mundo. A mayor población, mayor cantidad de residuos sólidos. La población aumenta y la basura aumenta. La explicación es sencilla. Hoy todo se empaca. Se compra, se saca de su empaque y casi que inmediatamente se bota ese empaque.

Es indispensable que Colombia adopte nuevas tecnologías de disposición final de RSU, como lo han hecho ya los países desarrollados, con resultados probados y muy prometedores. Es necesario valorizar al máximo la parte orgánica de los RSU y obtener energía renovable de fuente no convencional con la salvedad de que esa es una energía confiable, limpia, rentable, continua y de una fuente inagotable. Lo ocurrido en Hidroituango desde el pasado 7 de mayo y la falta de certidumbre sobre su entrada en funcionamiento así lo exige. Es urgente encontrar alternativas de generación a ese proyecto.

Mientras exista el hombre, habrá basura, la que debe ser utilizada en beneficio de la humanidad. Una forma de hacerlo es el proyecto propuesto por Vitalogic RSU; con su implementación no es necesario aumentar la tarifa actual de disposición final y se asegura un mejor ambiente, conservando un planeta que nos pertenece y cumpliendo con nuestra obligación de dejarlo a las futuras generaciones en condiciones óptimas.