El ministro de Minas y Energía explica la importancia de la recuperación en precios del petróleo.
El ministro Arce anuncia también la iniciación de una nueva e histórica era para generar energía en el país: se hará por medio del uso del viento y el sol, como complemento de los generadores tradicionales: agua, carbón, gas y biomasa. Esta energía eólica puede evitar el riesgo de un nuevo racionamiento por sequía en los embalses. “Además, dice el ministro, la energía eólica es más limpia y mucho más barata”. No es una propuesta a largo plazo. El próximo 15 de febrero se adjudicará la línea de transmisión de La Guajira hasta el Cesar para transportar tanto energía eólica como solar.
“El 70 por ciento de la capacidad de generación de energía eléctrica del país proviene hoy de hidroeléctricas. Esa generación, que es una energía limpia, deseable y ha sido el músculo de la matriz energética del país, tiene un problema llamado el fenómeno del Niño. Aproximadamente, cada cuatro años, el país tiene temporadas de sequía ocasionadas por el fenómeno del Niño, que provoca que los embalses caigan a niveles mínimos y que el activo más rico que tenemos para generar electricidad pase a escenarios de estrés; eso nos ha pasado en los últimos años. Con el accidente de Guatapé estuvimos al borde de irnos a un racionamiento”, dice el ministro.
¿Por qué ocurrió ese riesgo?
Porque dependemos mucho del agua, pero además dependemos mucho del agua que está en la misma cuenca. Nosotros no generamos energía en todas las cuencas del país, generamos principalmente en la cuenca Cauca-Magdalena. Cuando usted tiene un recurso valioso, de muy buena calidad, pero su matriz de generación tiene un grado de dependencia tan alto, crea un riesgo.
¿Esos riesgos de la generación hidráulica son los que originan su propuesta de producir energía eólica mediante el aprovechamiento de la velocidad del viento?
Es que, además de agua, Colombia tiene viento, tiene sol, tiene biomasa, tiene gas, tiene carbón. Entonces, como todos los años la demanda de energía va creciendo, es conveniente buscar nuevas fuentes que complementen lo que tenemos hoy en día.
Como todos los años la demanda de energía va creciendo, es conveniente buscar nuevas fuentes que complementen lo que tenemos hoy en día.
¿Pero si hoy tenemos buena generación hidráulica y térmica, para qué crear la expectativa de nuevas fuentes?
Tenemos en cuenta tres criterios básicos: el primero, costo. En los últimos 3 o 4 años, los costos tecnológicos para generar energía con sol y con viento han caído entre un 60 y 70 por ciento, lo que se reflejará en mejores precios para los usuarios. Segundo: estos recursos son más limpios y tercero, complementariedad. El país no puede estar atrapado en un solo recurso porque cuando tiene sequía, termina generando con diésel, elevando los precios y la contaminación como nos pasó en el año 2015. Esto no es un capricho mío; la ley de energías renovables, Ley 1715 de 2014, ordenó incentivar estos recursos en la matriz de generación energética.
¿Cuánto valdría la inversión necesaria para generar energía eólica o solar?
2.000 millones de dólares. Pero le aclaro que esto no es inversión pública, es privada. El Estado no es el que contrata. El Estado dicta normas y regulación.
¿Eso lo establece el decreto que el ministerio alista al respecto?
Lo discutimos con el sector. Hay agentes que preferirían hacer más de lo mismo.
¿Y de qué depende tomar la decisión?
El mercado es el que decide si compra o no compra esta energía. Lo que promueve el Gobierno es un mecanismo para que la demanda y la oferta de energía se encuentren y le pongan un precio a esta. La decisión no es eliminar el uso del agua, que es la gran fortaleza de la matriz pero es la que tiene el riesgo más grande por el cambio climático. Nos han pasado dos fenómenos del Niño seguidos, hemos estado superestresados, teniendo viento y sol en abundancia. Vamos a priorizar fuentes renovables no convencionales que traen energía con bajas emisiones de CO2. Se crea un mecanismo de contratos de largo plazo, que es lo que nos piden los industriales.
¿Eso no desestimula la inversión en hidráulicas y térmicas?
No, porque las inversiones que hay hoy ya las pagaron los usuarios, y estas son nuevas inversiones. Además, los otros mecanismos de mercado se seguirán aplicando, como el cargo por confiabilidad.
¿Cuántos tiempo demora la producción energética a través del viento y el sol?
Hay proyectos que se pueden instalar en 12 meses; eso no es como una hidroeléctrica que demora 5 o 10 años dependiendo del tamaño. La gran discusión es si tiene donde conectarlos para meter energía al sistema, y una de las señales de esta nueva política es que el 15 de febrero estamos adjudicando la línea de transmisión de La Guajira, que es la zona más rica en energía solar y eólica.
¿Líneas de transmisión de dónde a dónde?
De la alta Guajira hasta el Cesar; es una línea muy importante.
¿Qué electricidad puede producir La Guajira?
Eólica y solar. Si usted instala una línea en La Guajira, la señal que está mandando es: desarrolle eólica y solar, porque La Guajira es la zona más rica en viento y en sol. Es una convocatoria que empieza el proceso de construir las líneas.
¿Es una licitación?
Una subasta para la construcción de una línea de transmisión, para energía en una región cuyo potencial es para desarrollar tanto eólica como solar. Para abrir esa convocatoria se les pidió a todos los generadores poner garantías, y pusieron garantías por más de 1.000 MW que se entregarán a esa línea.
¿La línea de La Guajira tiene que ser eólica o solar?
La línea se diseña para garantizar que haya cómo transmitir la energía; usted no hace líneas en cualquier sitio, usted hace líneas en donde tenga recursos. Esa línea permitirá la transmisión de energía generada por carbón, por viento o por sol. Pero la señal es que queremos introducir a la matriz de generación esta fuente por varias razones: porque es limpia, porque complementa lo que tenemos y porque puede mejorar las tarifas que pagan los usuarios. La Guajira tiene viento y sol. El Atlántico, por ejemplo, tiene viento y sol con muy buenos indicadores. Esto le permitiría al Caribe ser exportador de energía, por ejemplo.
Otro tema: sobre el petróleo, ¿en qué estamos?
Logramos cerrar el año 2017 con buenos indicadores. Logramos 14.000 barriles promedio diario por encima de la meta, que era de 840.000 barriles promedio diario. Eso trae un gran mensaje: ¡cesó la horrible noche! Pasamos ya el periodo crítico de precios y producción; tuvimos dos años muy malos con la caída de precios internacionales, pero el mercado se estabilizó en el 2017 y los precios se han recuperado, pero sobre todo se estabilizó la producción.
Cuando usted dice: “Pasó la horrible noche”, ¿qué quiere decir?
Cuando se caen los precios se cae la inversión, se cae la perforación, se cae la producción. Cuando el mercado se empieza a estabilizar se recupera la inversión. En el 2017, la inversión en hidrocarburos creció un 48 por ciento. Pasamos de 2.290 millones de dólares en exploración y producción a 3.400, y la expectativa en el año 2018 es que crezca al menos un 32 por ciento. Tenemos barriles que no estamos sacando por falta de inversión y hay campos maduros que se frenaron por la caída de precios.
Cuando se caen los precios se cae la inversión, se cae la perforación, se cae la producción. Cuando el mercado se empieza a estabilizar se recupera la inversión
¿Qué fue lo que produjo el alza en los precios de nuestro petróleo?
Un aumento en la demanda, una caída de inventarios en EE. UU., pero sobre todo el mercado se ha vuelto muy transaccional por las decisiones de los países de la Opep y sus recortes de producción.
¿La obligación de hacer consultas a las comunidades indígenas no traba el desarrollo del país energético?
Es un reto porque este es un país diverso. Lo que pretende la consulta es determinar si los proyectos pueden impactar la permanencia y la sostenibilidad de pequeñas comunidades indígenas. ¿Qué nos pasó a nosotros? Dejamos unos vacíos en la reglamentación de cómo se hacen esas consultas. El Ministerio del Interior, que es el responsable de eso, tiene listo un proyecto que reglamenta cómo se debe hacer la consulta previa. Está en fase de consulta y está en la agenda legislativa del Gobierno. Lo que se establecerá es ¿cómo?, ¿a quién?, ¿por cuánto tiempo?, ¿quién paga los costos? Cuál es el procedimiento para que todo tenga reglas claras.
¿Las consultas están generando parálisis o reducción en la exploración?
Las consultas han generado atrasos importantes, y por eso la propuesta del Gobierno es una reglamentación de cómo se debe dar una consulta. El Ministerio del Interior llevará ese proyecto de ley al Congreso.
Las consultas han generado atrasos importantes, y por eso la propuesta del Gobierno es una reglamentación de cómo se debe dar una consulta
¿El Ministerio de Minas necesita esa reglamentación de las consultas?
Por supuesto, porque es parte de la seguridad jurídica que el Estado les debe dar a los inversionistas no solo para el sector minero energético sino para desarrollar toda la infraestructura del país.
¿Con el alza del petróleo, cuál es el futuro del precio de la gasolina?
Los indicadores internacionales sobre gasolina deberían subir un poco. El precio de la gasolina en Colombia está atado a los precios internacionales. Si los precios del crudo se mantienen en estos niveles o suben, se deberían generar incrementos en el precio de la gasolina. La gasolina se hace del petróleo, y si el petróleo sube, el precio de la gasolina sube automáticamente, pues es un derivado.
¿Creer que si el petróleo sube de precio, la gasolina debe bajar no es correcto?
No. La gasolina se hace con petróleo, y usted tiene que comprar petróleo para hacer gasolina; los dos precios están absolutamente amarrados.
¿Lo cual indica que es inminente el alza de la gasolina?
En la medida en que los precios del crudo suban, uno esperaría aumentos en el precio de la gasolina. El precio del petróleo ha subido, y eso va tener un impacto en los precios de la gasolina.
¿Y, en materia de producción de petróleo, las expectativas son malas o buenas?
Le doy un par de datos. En el año 2016, que fue nuestro peor año, solo perforamos 21 pozos exploratorios; en el 2017 perforamos 53, y este año estamos esperando 70.
¿Por qué en vez de perforar los pozos no explotan los que ya están descubiertos?
Ambas cosas; en el negocio de hidrocarburos siempre hay que buscar.
¿Los pozos descubiertos van a ser explotados?
Se volverán barriles.
¿Y eso significa una inversión de cuánto?
Aproximadamente, 4.500 millones de dólares en inversión para el año 2018. Todos los indicadores se duplican: en inversión, en taladros, en pozos de desarrollo, en pozos exploratorios.
¿Qué ha ocurrido con los hallazgos de yacimientos en mar abierto?
Demorará unos 9-10 años en entrar en producción. Técnicamente, una cosa es encontrarlo y otra, sacarlo. Usted lo puede encontrar, pero desarrollar la infraestructura para sacarlo es lo que toma mucho tiempo. Todavía no se ha llegado ni a la fase de definición sobre si es, o no, económicamente viable.
¿Y quién está adelantando los estudios?
Los petroleros; Ecopetrol, que es el socio de la mitad de la gran mayoría de los campos, y hay compañías como Andarko, Shell, como Repsol, como Petrobras, que están en fase de inversión exploratoria para poder llegar a una respuesta en cuanto a esas moléculas, en el caso de gas, o de esos barriles en el caso de crudo, que son potenciales.
YAMID AMAT
Especial Para EL TIEMPO