ECONOMIA CIRCULAR

La principal conclusión que presenta el Informe sobre la brecha de circularidad de 2019, presentado por la organización Circle Economy (Economía en círculo) en Davos durante la reunión anual del Foro Económico Mundial, menciona que el mundo puede maximizar las posibilidades de evitar un cambio climático peligroso si se pasa a una economía circular, permitiendo así que las sociedades cumplan con los objetivos del Acuerdo de París sobre la acción climática.

Una economía circular es un sistema regenerativo en el que se minimizan el consumo de recursos y los desechos, las emisiones y las fugas de energía mediante la ralentización, el cierre y el estrechamiento de los circuitos de energía y materiales. Esto puede lograrse mediante un diseño, mantenimiento, reparación, reutilización, refabricación, restauración y reciclaje de larga duración.

El informe destaca las enormes posibilidades para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero si se aplicaran principios circulares, en particular la reutilización, la refabricación y el reciclado, a sectores clave como el entorno urbano. Sin embargo, observa que la mayoría de los gobiernos apenas tienen en cuenta las medidas de economía circular en las políticas destinadas a cumplir el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global lo más cerca posible de 1,5° C.

El informe de la organización Circle Economy, un grupo que cuenta con el apoyo de ONU Medio Ambiente y la Global Environment Facility (el Fondo para el Medio Ambiente Mundial), afirma que sólo un 9 % de la economía mundial es circular: sólo el 9 % de los 92 800 millones de toneladas de minerales, combustibles fósiles, metales y biomasa que entran en la economía se reutilizan anualmente.

El cambio climático y el uso de materiales están estrechamente relacionados. Circle Economy calcula que el 62% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (excluyendo las del uso de la tierra y la silvicultura) se liberan durante la extracción, el procesamiento y la fabricación de bienes para satisfacer las necesidades de la sociedad; sólo el 38 % se emiten en la entrega y el uso de productos y servicios.

Sin embargo, el uso global de materiales se está acelerando. Se ha triplicado con creces desde 1970 y podría duplicarse de nuevo para 2050 si no se toman medidas, según el Panel Internacional de Recursos de las Naciones Unidas.

El director general de Circle Economy, Harald Friedl, dijo: “Un mundo de 1,5 grados sólo puede ser un mundo circular. El reciclaje, una mayor eficiencia en el uso de los recursos, y modelos de negocio circulares, ofrecen un gran margen para reducir las emisiones. Un enfoque sistémico para aplicar estas estrategias inclinaría la balanza en la batalla contra el calentamiento global.”

“Las estrategias de los gobiernos en materia de cambio climático se han centrado en la energía renovable, la eficiencia energética y la prevención de la deforestación, pero han pasado por alto el enorme potencial de la economía circular. Deberían rediseñar las cadenas de suministro hasta llegar a los pozos, campos, minas y canteras de donde provienen nuestros recursos para que consumamos menos materias primas. Esto no sólo reducirá las emisiones, sino que también impulsará el crecimiento al hacer que las economías sean más eficientes”.

El informe pide a los gobiernos que tomen medidas para pasar de una economía lineal de “aprovechamiento de los residuos” a una economía circular que maximice el uso de los activos existentes, que reduzca al mismo tiempo la dependencia de nuevas materias primas y minimice los residuos. Sostiene que la innovación para prolongar la vida útil de los recursos existentes no sólo reducirá las emisiones, sino que también reducirá la desigualdad social y fomentará el crecimiento con bajas emisiones de carbono.